Acerca de mí
Soy Joaquín Bernal, programador y escritor de ficción.
Comencé a programar en un ZX Spectrum y desde entonces estoy enganchado, sin esperanza de recuperación. Estoy convencido de que programar ha moldeado profundamente mi forma de pensar, aunque sigo debatiendo si soy un pensador funcional o imperativo.
Empecé a escribir en un Amstrad PC1512 (sin disco duro: las dos unidades de disquete de 5¼ pulgadas eran más que suficientes, gracias) y Wordstar fue mi primera herramienta, en una época en la que no había aplicaciones, solo programas, y en la que a los programadores aún no se nos llamaba «desarrolladores».
Me encanta aprender. Sobre el efecto Tetris, los sueños lúcidos, el desarrollo del lenguaje, los orígenes del turrón, los significados científicos y filosóficos del tiempo, la apertura correcta para fotografiar una luna llena, las definiciones posibles de la realidad, la escritura de diálogos, la escala mixolidia, las recetas de natillas, cómo multiplicar por once mentalmente o las técnicas de animación de Pixar.
Me gustan los portaminas, la cáscara de limón, el olor del cemento al sol, los chistes absurdos. No me gustan los gritos, pisar migas con los pies descalzos, las gafas de sol, las charlas de ascensor. Me gustan los Monty Python, tomar notas manuscritas, el agua fría, el idioma inglés, Les Luthiers. No me gustan los mariscos, las caras de acelga, los mártires, el sonido de una cisterna al final de un pasillo, la corrección política. Me gustas tú.